Monday, September 18, 2006

LOS DESGUSTADORES

A raiz de la autoexclusión de Riquelme a la selección argentina de fulbo, reflexioné acerca de qué o quiénes no quieren a este extraordinario jugador. Desde ya que a muchos. De hecho son tantos que llama la atención, sobre todo tratándose de un buen jugador, cosa que no pasa con los pataduras. De tan obvia la respuesta no la encontraba: aquellos a los que no les gusta el fulbo son los detractores de Riquelme y son muchos, tantos que llevaron al maravillos juego a la extincion. Esta es una lista de aquellos a los que no les gusta el fulbo

Julio Grondona. El negocio va muy bien, dinero, poder, viajes, Fifa que aquí si tiene connotaciones semantosexuales.
TyC Sports. El negocio va muy bien. Nadie puede ver los goles hasta que ella lo diga (venganza femenina).
Periodismo (seudofulbolero) Cuestiona a Riquelme por que es “lento", a los habilidosos porque no la largan, hacen causa comun con los DT (ni D ni T) que son los mayores causantes de la muerte del juego, mandan en cana a los linesman porque no levantan la bandera o la levantan, elevan a la categoría de cracks a meros jugadores de pelota, desinforman acerca del verdadero espíritu del reglamento, insisten en engañar nuestra vista, repitiendo en cámara lenta la jugada que a velocidad real se ve diferente.
Los jugadores: porque permiten que los de afuera, les quiten el protagonismo que solo ellos tienen en el juego, concediendo al entrenador de turno la posición en el campo de juego, que ellos saben donde rinden mejor, cuándo largarla, cuando guardarla, cuando entrar, cuando salir, permitiendo que los periodistas los llamen por seudónimos que a veces ellos mismos inventan, accediendo a contestar preguntas sobre el juego, sobre conductas y sobre resultados.
Los seleccionadores o entrenadores de turno que a sabiendas, tratan de hacernos creer a todos que la defensa es la mejor defensa, que no se puede atacar con muchos, que no se puede jugar con Messi, Riquelme, Tevez, Palacio, D’Alesandro, juntos, olvidando que alguna vez el seleccionado de Brasil jugo con 5 jugadores que en sus clubes jugaban de 10.
Los espectadores tanto los que van a la cancha como los que lo ven por TV que siguen aburriéndose y consumiendo, generando un negocio redondo para periodistas, dirigentes y empresarios que se llenan los bolsillos mientras los sufridos hinchas esperan el turno que dan aquellos, para ver campeón a sus equipos.

Thursday, September 14, 2006

RIQUELME Y LOS AVISADORES

Ahora si, a partir de este momento las cadenas noticiosas deportivas, monopólicas y antifutboleras, transmiten todas en línea, de uno en fondo, hacen cola, sesudos comentaristas, ecribas de barba en cara y cheque en faltriquera, opinadores de nada, como que el fulbo no existe, analizadores de probabilidades y amantes de la estadística al pedo. Riquelme no juega más, no juega más? Con la camiseta celeste y blanca de AFA representando a la Argentina, no juega más. Sigue jugando en el Villarreal, un club español conocido en el mundo por que ahí juega Riquelme. Va a seguir alegrando los domingos o los días que juegue, de la gente que va a disfrutar de su juego. Me cuenta un amigo que en Villarreal no hay comentaristas a sueldo, no pierden el tiempo con pelotudos (termino derivado de pelota) que tratan de explicar lo inexplicable y convencer a los no avisados o inocentes teleradiovideoescuchas, de que el fulbo es un juego de grandotes y peludos (no hay gays, viste?) corredores y achicadores de espacios.
Ya que estamos les propongo un pequeño ejercicio para todos los que van (todavía) a la cancha, espectadores de TV abstenerse. Tomen 20 minutos de partido y presten atención únicamente a los espacios libres que hay en la cancha, no en un saque de portería, sino con pelota en juego, mire cuantos jugadores del equipo que ataca hay en campo contrario, del equipo que defiende, cuantos jugadores hay en el campo contrario.
Dice un sabio entrenador de fulbo que si algo inventaron bien los ingleses es el fulbo, las medidas de la cancha, la cantidad de jugadores, un solo arbitro, las medidas de los arcos, todo esta en orden y armonioso.
Sigan con el ejercicio, regístrenlo si tienen filmadora, saquen fotos, escriban o memoricen y cuando escuchen hablar a los entendidos, entendidos? de que en el fulbo moderno, moderno? no hay espacios y que se corre mas (esto es cierto, no se corre mejor empero), que no hay lugar ni para darse vuelta, muéstrenle el pibe que acaba de debutar en primera, sacándose con una gambeta a uno, dos o mas rivales de encima, el mismo pibe que el domingo siguiente, el director (que no dirige) técnico (en que especialidad?) y sus ayudantes detrás del micrófono y la cámara de TV gritarán al unísono: LARGALA PIBE QUE TE MORFAN!!!!!!!!!!!!!!!

APAGÁ LA CANCHA

Mucho tuvo que ver el mundial de fulbo de este año, con sus cámaras de TV encendidas las 24 horas del día, las pantallas gigantes en los estadios y los referís con sus micrófonos y audífonos. Lo que los periodistas deportivos, esos que por miles invadieron Alemania y tomaron por asalto nuestros receptores, llamaron la modernidad, o modernism. Lo moderno, vió, que ya tiene como 20 años. Lo cierto que a la muerte del fulbo, sin güines, sin vergüenza y con muchísima gente hablando y poquísima jugando, le siguió sin remedio el entierro definitivo.Sin pompas, sin estridencias, sin avisar casi. Con solo repasar las caras de tedio, tristes, de Riquelme, Ronaldhino, Messi, sentado a un costado de la cancha. Un paréntesis aquí. si a usted le gustaba el fulbo o todavia lo juega de entrecasa imagínese por un instante el picado en el barrio, eligiendo 5 de cada lado con 11 postulantes, Messi no juega?, quien juega? Pekerman es el que trajo la pelota? que se la lleve, hacemos una de papel, la envolvemos en una media y jugamos con Messi .Cierra paréntesis. Lo cierto es que el juego que conocíamos, jugado por pícaros, buenos manejadores de pelota, mezclados con algún que otro patadura, velocistas de 10 segundos los 100 metros con centrojás de pelota debajo de la suela, panorama, cambio de frente y tomá, hacelo, lo han enterrado sin honores en un hermoso estadio, mientras millones de alcahuetes televisivos le soplaban al oído al árbitro que parece que el 10 de los blancos le pego a uno de los azules que previamente llamó al 10 de los blancos, terro no se que más, que yo no ví nada, pero mirá la television, gil, retrocedé el casete, mira la mano de Maradona haciendo un golazo, anulalo, anulá el juego, anulá el fulbo, avisale al referí que terminó el partido y vamos todos rápido a mirar la tele.