Thursday, March 12, 2009

Los amos de la pelota


















La mediocridad de la sociedad argentina se refleja, claro está, en el fulbo también. Sólo así puede entenderse la cantidad de sandeces, mentiras, medias verdades y explicaciones ad hoc (perdón) vertidas por todos los medios, sobre la renuncia de Riquelme a vestir la casaca de la selección argentina de fulbo. Al parecer y como Diego Maradona es el seleccionador (al menos la cabeza visible) de tal equipo, la renuncia vino a cuento de la incomunicaciòn entre ambos (no así por parte de Maradona ante los medios explicando de que va a jugar Riquelme? y su mal momento futbolístico) A mi humilde entender esta situación es el paradigma de la verdadera funciòn del jugador de fulbo y la inventada del seudo director (que no dirige) técnico (sin herramientas). La verdadera razón por la cual Riquelme ahora, como antes lo fué con Pellegrini, Bielsa, Batista (la lista sigue) es la suplantaciòn del rol del jugador, único dueño de la verdad dentro de una cancha, que al pasar recordemos es el único lugar donde se juega. Riquelme ha reclamado, desde su sitial de brillante jugador, el control de lo que se debe hacer dentro de una cancha, en beneficio de su equipo. Como siempre, el vestuario es el único lugar y ahí no hay acceso para tanto "seudoperiodistainformadorfutbolero" donde nos ponemos de acuerdo en lo que vamos a hacer una vez que estemos parados, once contra once y veamos como juega el contrario, para saber que haremos nosotros y... (jajajaja!!!!!!) perdón, por un instante tuve una regresión.   Riquelme podrá estar disgustado, peleado o cansado de Messi o de Cáceres fuera de la cancha, pero dentro del field, él elegirà el tiempo, ordenarà a su equipo, hablarà, gritarà, colocarà a sus compañeros donde cree que rendiràn mejor.
El reconocimiento del compañero de quien mas sabe y la subordinación a sus órdenes,  siempre fué en el fulbo el cimiento donde edificar el juego que mejor convenga. El problema es, que tantos charlatanes de afuera de la cancha han subvertido ese rol para su beneficio y de paso han infectado con su virus mentiroso y soberbio a los jugadores desde las divisiones formativas. Sólo asi puede explicarse como Messi, un soberbio jugador, puede estar molesto o cansado de Riquelme dentro de una cancha y lo nombro a Messi, porque cuentan como un hecho lo que acabo de mencionar ( a lo mejor es otra de las mentiras acostumbradas) y lógicamente se explican los enojos de un  ingeniero devenido en gurú futbolero o los de un excelso jugador devenido en un charlatán, el epíteto no es sólo por el tema que ha ocupado a la mediocre sociedad argentina sino porque cada declaración suya es un disparate (el mediocre Montenegro tiene la 10, el mediocre Forlín es convocado como señal de que cualquier cacatúa puede jugar en el seleccionado y así podemos seguir con un montón de nombres incluidos y una lista larguísima de excluidos). Lo que me aterra (bah! aterrar lo que se dice aterrar, no) es escuchar a quien uno cree estudiosos del juego, sus elementos, técnicas y reglamentaciones, cuestionar a un jugador que hace jugar. Les digo a esos papafritas que cuando jugábamos al fulbo (jugar, gozar, entretenernos, no sé si queda claro?) nos juntábamos y los mejores elegían a sus compañeros. Riquelme y Messi, por dar un ejemplo, uno a uno iban llamando: Agüero, Tévez, Sand, Bergessio, etc.  Para el final quedaban los pataduras y los arqueros, es decir los que no ganaban los partidos pero hacían el número y.. Finale Molto Vivace: Afuera de la cancha no había nadie molestando ni gritando ni pretendiendo saber lo que sabíamos los de adentro, salvo está, el gordo, dueño de la pelota, que se la quería llevar, casi, casi  igual que ahora.
Buenas Tardes

PD el dueño de la pelota es Rama y me gustó la foto y el blog