Friday, December 14, 2012

Engañabobos






Primero fué la trata de jugadores, luego la obligación de un DT (?), mas tarde el título de DT (?) y por último el reemplazo del jugador por el charlatán de turno.
Los jugadores nacen no se hacen, claro que pueden aprender si no nacieron ambidiestros a pegarle a la pelota con las dos piernas pero la condición es innata (Iniesta y Ramírez (el mago) nacieron así y en las divisiones formativas aprendieron a pararse en una cancha mas grande que el potrero (la calle) donde jugaban de pequeños y sobre todo a rodearse de mas grandes al principio y mas chicos hacia el final en el vestuario conviviendo con ineptos pero voluntariosos, corredores, tipos de mal carácter pero buen juego (y viceversa) y saber a ciencia cierta quien tiene el liderazgo del grupo y si es posible cuestionarlo.
Todo lo que un jugador es en ciernes y su culminación como tal lo realiza en un club o institución que con el permiso de la sociedad (?) lo vende, presta, alquila o desecha. Para eso es indispensable un tipo con cierto talento para los negocios y el fraude al que la corporación futbolística le da el pomposo título de Director Técnico que como todo el mundo sabe no dirige ( a lo sumo trata de ordenar antes del partido, grita desaforado durante el mismo y busca una explicación a lo pasado e imaginarse el futuro durante el entretiempo) y no es técnico puesto que no usa ningún útil ni herramienta (ni siquiera la pelota).
Con el paso del tiempo (la modernidad) este embaucador con título que sabe menos del juego que un jugador ( jugador que tampoco sabe del juego y sólo lo juega de la única manera que sabe: con una pelota y compañeros sorteando obstáculos para llegar a la meta contraria y anotar y esperar que luego se produzca en sentido inverso la defensa sin la pelota del avance de los contrarios) ha creado una carrera profesional,  para esto es indispensable estudiar (?) 2 o 3 años, tener el título, esperar que surja el negocio y luego hablar, especular, negociar y medrar.
Hay desde luego categorías dentro de los mal llamados DT y en la cima está un señor inteligente que ha convencido a mucha gente ignara y negociado con alguna gente inescrupulosa, de su importancia como tal, lo ha ayudado claro el haber jugado en Europa, vestirse y movilizarse (calculo que vivir tambien) refinadamente, ha adquirido un aura de noble (siendo plebeyo) y sobre todo se ha sabido ganar el título del charlatán mayor del fulbo, desplazando a Bielsa (un energúmeno) Mouriño (un desagradecido) y algunos otros menores, ese hombre señores es Carlos Bianchi, un engañabobos.
Buen Día

Sunday, December 02, 2012

Lección Inolvidable






Alguien puede creer que el mal llamado DT del Barcelona tiene algo que ver en el juego de los jugadores de ese club? el DT de Barcelona le dice a Messi cuando gambetear? le sugiere a Iniesta o a Javi cuando dar el pase de juego? le menciona aunque sea al pasar a sus marcadores de punta que vayan al ataque, desborden y tiren el centro atrás? Claro que no. pero por otro lado alguien puede creer que el mal llamado DT de Athletic Bilbao hace lo mismo? a pesar de sus jugadores la respuesta es si y los sumisos players cumplen a la perfección lo ordenado por su entrenador (?) y el papelón lo pasan ellos.
Es por eso que los jugadores de Barcelona le dieron una lección a Bielsa el mal llamado DT del Bilbao.
El tan mentado Bielsa ha desnudado su falta de conocimiento y el fastidio por el juego de fulbo. A este señor no le gusta el fulbo, vive de él pero no le gusta y además no lo entiende, desconoce lo elemental del juego y por si no fuera poco en el único momento que tiene en todo el partido (el entretiempo) de corregirlo (intentar claro) insiste con la táctica que le hizo perder a su equipo por 3 a 0 (pudieron ser 5) la primera mitad.
De Barcelona es fácil hablar porque cumple con la premisa del juego que es tener la pelota, luego al compás de sus creadores Villa e Iniesta y Fabregas la conserva haciéndola rotar, todos se mueven ofreciendo el destino, obligando a sus adversarios a correr el doble para tratar de reconquistar el balón, los laterales aparecen de sorpresa y los güines desbordan y por sobre todos está Messi con su gambeta, su rush, su innata creatividad, el genio de todas las lámparas.
He visto en el partido de ayer el mayor loco colectivo de la historia del fulbo, patéticos hombrecitos corriendo detrás de una pelota inalcanzable trasladada por jugadores inalcanzables.
He visto jugar al Barcelona y comprobado que a Bielsa le dicen el loco y encima come vidrio.