Los buitres

Ramón Díaz y Carlos Bianchi son dos charlatanes metidos a la profesión que terminó con el juego del fulbo y cómplices además de los centimiles y horas de televisión (un poco menos de radio) gastados (facturados) en cháchara inútil. Pero hay una sutil diferencia entre estos dos comensales del cadáver de lo que alguna vez fué el maravilloso juego, Díaz es futbolero y sabe que su trabajo (?) no sirve de nada  pero Bianchi cree realmente que él es indispensable para la elaboración y tramado de la red de mentiras y engaño a que someten a millones de argentinos (y algunos foráneos) desde hace varias décadas.

Es el entretiempo de un partido de fulbo entre River Plate y Boca Juniors, partido que fué promocionado y que de acuerdo a lo que se ve en televisión, está siendo observado por miles de mendocinos (y de otras provincias) cándidos veedores de una estafa cometida por la organización, la dirigencia y el seleccionador de Boca, equipo que juega con suplentes (que no son mucho mejor que los titurales) desconocidos y anónimos engranajes de una maquinaria publicitaria.

Del primer tiempo: lo de siempre,  mal jugado, corrido, peleado y pateado, sin pausas, sin gambetas, sin improvisación y arbitrado pésimamente.

Del segundo tiempo: vaya uno a saber, no me quedaré a averiguarlo.

Buenas noches