Wednesday, May 30, 2012

Cambalache

Dice el inmortal Discépolo en su no menos inmortal Cambalache: "Igual que en la vidriera irrespetuosa, de los cambalaches, se ha mezclao la vida y herida por un sable sin remache
ves llorar la Biblia junto a un calefón." En el cambalache del fulbo también se ha mezclado el corán con el termotanque y da lo mismo ser derecho que traidor y eso ha dado lugar a un esperpento monstruoso en donde no hay lugar al juego. Jugadores, periodistas, dirigentes, hinchas y aun algunos pensadores independientes abundan en lugares comunes y se embarran en el lodo de la sinrazón que ha convertido la magia de lo impensado (loor! maestro Dante) en el aburrimiento de lo masticado, digerido y escupido.
Ahora al parecer es el turno de uno de los últimos reductos que en este maravilloso invento inglés quedaban para escaparle a las marcas de los que menos saben: los brazos y sus apéndices manos y dedos.
Una de las geniales premisas del juego del fulbo es que se hace con los pies y el único que tiene derecho a usar las manos (y eso en el área solamente) es el arquero y para hacerlo difícil y dotarlo de agilidad y picardía se prohibió el uso de ellos (los brazos) para cualquier acción en la contienda: no se puede agarrar, empujar, palmear, codear, en fin cualquier acción con los brazos y las manos está prohibida en este juego, hasta ahora, por que hay una campaña, no me digan que no, comenzó tibiamente con la liderada por periodistas en tanto pretender que el fubol es un deporte de contacto, casi igual al taekwondo(?!) siguió por seleccionadores y jugadores pretendiendo que el reglamento nada dice del uso de las extremidades superiores y por último convalidado por los encargados de arbitrar que dictan cátedra sobre la prohibición del agarre y el manotazo pero que no lo llevan a la práctica, tal vez inducidos por los primeros por que dicen: los jugadores cuando sienten una mano en su espalda caen como fulminados. Cambalache.
El fulbo no es un deporte, es un juego y no es de contacto. Se permite usar el cuerpo para contactar al adversario en la lucha por el balón y eso siempre y cuando sea en la parte lateral del cuerpo (se decía antiguamente y esto no ha cambiado: hombro contra hombro) pero en los partidos se ve claramente y se convalida claro, el empellón por la espalda y aun peor, el empellón por el hombro sin que la pelota esté en disputa. A partir de aquí se ha institucionalizado el uso de los brazos y manos para cualquier menester de los pésimos defensores que no saben defender con el cuerpo la pelota, no saben ubicarse en el área, corren frontalmente, no anticipan y por tanto tienen que manotear al adversario que no solo tiene que luchar con la de por sí indómita pelota sino con los braceos de sus adversarios.

Buen día