Sunday, July 11, 2010

A mi (mí) juego me llamaron

Mientras la inmensa mayoría de periodistas, opinadores, ex jugadores y público en general se pone de acuerdo en darle otra oportunidad a Maradona (oportunidad que no le dieron a Peckerman) ha llegado el momento de reflexionar, no sobre la continuidad de un charlatán mas sino en que ese charlatán no sabe ver el fulbo, el juego del fulbo, su esencia y las terribles consecuencias que trae el no saber (las derrotas, humillantes al menos en dos de ellas, ante Bolivia, Brasil y Alemania son bastante elocuentes).
Es difícil seguir leyendo y para mi escribiendo y antes de que des vuelta la página o saltes al próximo blog, luego de semejante definición que a la mayoría (ya lo experimenté en vivo) le suena ofensiva o al menos temeraria, tratando, primero de charlatán y luego de ignorante sobre el juego de fulbo a Diego Maradona, dejame que te explique y trataré si todavía estás aqui de hacerlo:
Maradona fué un dotado, un agraciado jugador y uno de los mejores de todos los tiempos JUGANDO, perdón por el exabrupto. Una vez retirado y ligado al negocio, es uno mas de los mortales pero con la fama a cuestas y aún con todo su currículo es imposible que pueda seleccionar jugadores (algunos si pueden hacerlo) , alinearlos en una cancha (menos que los primeros pero hay algunos) y hacer que jueguen (esto no lo puede hacer nadie, salvo los que juegan) y esto se debe a que Maradona como algunos pocos, jugaba al fulbo intuitivamente, no sabía el porqué, tal vez ni el cómo, jugaba, preciosamente, maravillosamente pero nunca pensó antes de una gambeta, de un shot, nunca supo porque estaba parado en el lugar donde hay que pararse, jamás se preguntó que lo hacía correr en diagonal, frenarse, hamacarse, en fin arrancar aplausos, admiración y lágrimas como a mi en este momento en que lo recuerdo. Pero todo eso fué jugando, se terminó su juego y se terminó todo, hasta que a alguien (los motivos deben ser oscuros, creo yo) se le ocurrió que podía ser el seleccionador de la selección argentina, (no había demostrado Maradona no estar preparado para eso?) no bastó con ver su paso por Racing o algún equipo del interior? No, no bastó, como tampoco bastó la pobre campaña de juego que hiciera el equipo en las eliminatorias, la nunca aclarada renuncia del mejor jugador de la Argentina y uno de los mejores del mundo, la declaraciones cargadas de estupidez que nunca fueron salvadas por la dirigencia de la AFA. El resultado final me exime de mayores comentarios, pero volviendo al tema central, su nula apreciación de los jugadores y del juego en sí es el causante. No se pierde con tanta indignidad si no es por ignorancia de los jugadores, su puesto en la cancha y la evaluación del rival y en esto Maradona como todos lo mal llamados DT tiene culpa solamente en la elección de los jugadores, en el resto son los jugadores mismos los responsables, Messi no puede salir a jugar cumpliendo órdenes si esas órdenes van en contra de su natural condición y de su ubicación en el terreno, Otamendi no debe prestarse a directivas que lo hagan aparecer como un torpe jugador solo porque alguien le dijo que tiene que jugar en un puesto en el que no fue preparado y podríamos seguir pero creo que la idea se entiende. Podemos abundar en ejemplos para aquellos que dudan todavía en la supuesta capacidad de Maradona para seleccionar y luego organizar lo seleccionado: la lista de los que fueron a Sudáfrica incluye un delantero que se sabía de antemano que no iba a jugar, salvo en las condiciones en que entró a jugar, un partido definido, el equipo clasificado y faltando 15 minutos o menos; un marcador de punta o central que salvo la lesión de todos los defensores a la vez no iba a jugar, otro marcador de punta que debió jugar, sobre todo en los partidos en los que los adversarios fueran fuertes en ese sector de la cancha; un armador de juego para entusiasmar a los nostálgicos que debió jugar en el partido en donde había que tener la pelota y no dilapidarla con los delanteros corriendo hacia adelante con ella, pero que en cambio entró un ratito con el partido definido en contra; un centrojás de manejo para la misma función del anterior que no entró salvo con partido definido a favor y a 15 minutos del final. Cuando los que sabemos un poco de ver el fulbo, parar un equipo en la cancha y mandarlo a que cumplan con lo que saben (jugar), sabíamos y lo dijimos que llevar a Milito e Higuain era una pérdida de lugar puesto que cumplen la misma función, delanteros rápidos que juegan mirando el arco contrario, que llevar a Palermo era perder un lugar porque aunque es de los que pueden jugar de espaldas y con buen juego aéreo es menos que un montón de delanteros de la misma característica y más jóvenes (Sand, Bergesio) o de otros que pueden cumplir la función de abrir la cancha, desbordar y tirar centros (Palacio), que llevar a Garcé era un chiste y que llevar a Pastore para que no juegue o a Demichelis para rezar (los creyentes) para que no se equivoque, era una tontería.
Es hora de volver a las fuentes, es hora de elegir seleccionadores que conozcan de su tarea, que a su vez convocarán jugadores que puedan ser directores ténicos (aqui si el término es correcto) dentro de la cancha que es lo que nos falta desde hace tiempo.


Me hago eco del maestro Dante Panzeri y opino lo mismo que opinaba él hace 30 años: hay que prohibir la venta de jugadores (entre clubes locales) de mas de 20 años. Si Boca, River o cualquier otro de los que tiene poderío económico quieren hacerlo que inviertan en las promesas, que contraten a aquellos que conocen del juego para hacerlo y de paso que no descapitalicen a los clubes una vez que han gastado dinero y tiempo para entrenar y perfeccionar a un jugador de fulbo y de paso veremos campeonatos parejos, equipos que jueguen durante mucho tiempo con los mismos jugadores y tribunas llenas y menos trabajo para los seleccionadores del team nacional que con sólo convocar a 10 jugadores de un equipo tengan la mitad o mas de la tarea realizada y una cosa extra: el seleccionado de jugadores argentinos debe serlo de los que juegan en la liga local, breguemos para sancionar una ley de fulbo que prohíba a los jugadores que juegan en ligas extranjeras a formar parte de un seleccionado argentino, les recuerdo que salvo Otamendi de los que jugaron el último partido, los jugadores que perdieron vergonzosamente ante Alemania prosiguen ganando sueldos fantásticos en sus clubes, lejos de la ignominia de volver a nuestras canchas
Buen día


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