Prefiero que el viento abofetee mi rostro

Este mundial de fulbo al igual que los anteriores es prolijo y multicolor para que el mundo no piense ni por un instante en otra cosa que no sea la pelota y la televisión, no hay pobreza en los mundiales, no hay inequidad ni corrupcción en los estratos directivos del país organizador, nadie vaya a creer que organizar un mundial, construir estadios, hoteles y alambrar los barrios marginales es tarea que se haga gratis, pero de esto se darán cuenta los sudafricanos cuando todo termine y tengan que pagar entre todos la fiesta que disfrutaron unos pocos. En fin sigo: lo mas bonito son las canchas monumentales, prolijamente pintadas, techadas (mientras escribo esto, juegan Paraguay vs Italia debajo de una lluvia torrencial y se mojan ellos y la cancha igualito que en Bella Vista), con diversos artilugios técnicos como cámaras de televisión corredizas, con sillas y sillones pintados al tono, con cabinas para periodistas y vips para gente vip, con delivery y teléfonos directos con los principales hoteles y sus libros de tapas blancas donde se ofrecen servicios caros pero gratificantes. Para los jugadores y el árbitro vestuarios de pisos como de mármol, sanitarios y duchas con agua fría y caliente, camillas para masajes, piletas de ablande muscular, televisión por cable y libro de tapas blancas con figuritas preciosas (de alto precio, caramba), calefacción y refrigeración, casilleros esmaltados donde guardar los atuendos, Y la cancha en sí con ese césped de dos tonos de verde, las líneas de costado, áreas y círculo central pintadas de blanco níveo, los parantes y travesaños con sus medidas exactas, las redes como de satin, los bancos de suplentes techados y asientos mullidos y adentro de la cancha los actores vestidos con los mejores colores en sus camisetas y pantalón y sus botines nuevos. Pero toda esta puesta en escena no es correspondida con la actuación de los protagonistas. Es como si el teatro Colón con todas esas luces, esa araña fantásticas, esos asientos de pana, el escenario con el telón aterciopelado se abriera y pusiera en funciones para que cante Valeria Lynch. A mi me gusta el fulbo y prefiero mil y una vez ver un partido de fulbo bien jugado en una cancha mitad tierra mitad pasto que toda la parafernalia mundialista para observar semejantes pataduras que sin ningun pudor se chocan entre si, revolean la pelota y esperan terminar el partido con la menor cantidad de goles a favor y en contra.

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Hoy vi y empiezo el repaso: Italia vs. Paraguay. Partido intenso y mal jugado pero con fervor e hidalguía, me sorprendió Italia jugando mejor que en las eliminatorias y la previa y Paraguay me pareció un equipo muy altruista y decidido a ganar y no a empatar. El empate de todas maneras estuvo bien y me conformó.

Antes miré Japón vs. Camerún. Ya había visto el juego de Japón y me había gustado la forma de salir jugando por abajo y los laterales y sobre todo rápido. Camerun es un pobre exponente de este juego que lamentablemente para ellos se juega con los pies.

A primera hora Holanda despachó a un pobrísimo Dinamarca, desplegando buen juego de a ratos. Todo sin sorpresas.

Argentina sorteó a Nigeria con el recurso de su tremendo potencial individual, espero verlo contra un equipo mejor parado para creer definitivamente y creo que Corea, aunque parezca un chiste, nos dará la medida de equipo que podremos formar.

Buenas tardes