La Murga

Dice la letra de la murga " ..y jugamos como nunca, perdimos como siempre" refiriéndose al equipo de fulbo del barrio y me quedé pensando en los que juegan como siempre y pierden como siempre (o empatan o ganan) pero juegan como siempre, jamas juegan como nunca y entonces me digo que:

1) no creen en el full-back, el defensa, el tipo parado de últimas, el escollo casi insalvable del delantero contrario.

2) no creen en los centrojas, esos caballeros que normalmente no sabian o no querían marcar pero jugaban y mucho y distribuian el juego y se mostraban para tocar

3) no creen en los güines, esos muchachos que corrían por el costado de la cancha, gambeteaban en velocidad, tiraban el centro atrás o se metían en diagonal directo hacia el área

4) no creen que los zurdos rinden mas mirando la cancha de izquierda a derecha

5) no creen en los arqueros que atajan, que defienden el arco y salen cuando no hay mas remedio o cuando estan seguros de cortar

Es probable que la elección de jugadores argentinos para integrar un equipo nacional contemple sólo jugadores que lo hagan fuera del país, entonces que lo diga el seleccionador, que diga que no lleva a Pizarro, Formica, Bernardi, Riquelme, Desabato, Schiavi, Navarro, Veron, Moralez, Martinez, Mendez (y no tengo una lista mas larga porque no puedo ver a todos los equipos todo el tiempo como hacen los que seleccionan y tampoco los convocan) porque juegan en Argentina, pero en Europa tambien juegan Palacio, Gago, Banega Samuel, Piatti y debe haber mas pero no me acuerdo y tampoco los seleccionan.

Supongo que no habrá pasado desapercibido pero por las dudas para los que no lo vieron, se los cuento. Antes déjenme decirles que todavia en el mundo el juego (no el partido) y los jugadores hacen emocionar y sorprender al espectador independientemente del color de su camiseta lo que permite disfrutarlo, dicho esto les cuento: le tiraron una pelota a Messi que subió casi verticalmente 40 metros y bajó los mismos a mayor velocidad claro y Messi la pinchó con la punta de su botin zurdo marcado por un japonés y todavía me corre frío por la esquena recordando el murmullo de asombro de toda la cancha.