Friday, May 30, 2008

La Diferencia




















Es curioso (patético diría mi amigo Roni) cómo se repite la tragedia (rimbombante!!) del juego de fulbo en el basquet. Hay algunas coincidencias elementales que han hecho que también este juego (favor de no denominar deporte) ya no tenga más jugadores y competencia equilibrada. Cantidad de mercaderes, charlatanes y correveidiles, lo hicieron posible, aplastando la ilusión de miles de chicos, chicos que lo único que desean es jugar, dar rienda suelta al deseo natural de la libertad (en mayúsculas en el original) de expresión corporal.El caso paradigmático del basquet en Argentina es Bahía Blanca, capital del juego del mismo nombre, pomposo título que rememora épocas en que tampoco era capital pero tenía jugadores, muchos jugadores que llenaban los clubes de la ciudad. A partir de la creación de la Liga Nacional de Basquet, un lindo negocio destinado a lucrar con el juego, en desmedro de los que lo practican, un negocio para unos pocos en perjuicio de los niños y adolescentes que solo quieren jugar. Digo que es similar la puesta en escena del basquet y el fulbo porque aquí también se desprecia casi, a los que sirven: en el fulbo no hay gambeteadores y en el basquet no hay lungos. En el basquet juegan los chiquitos picadores de pelota (dribleadores?) los que tiran al aro de afuera, los más hábiles (que paradoja) y no los altos, desgarbados, niños inhábiles con la bola, torpes de movimiento, pero al fin los únicos que sirven en un juego donde hay que meter la pelota en un aro que está como a tres metros del suelo. Si te suena parecido a lo que pasa en el fulbo, te sonará mas al saber que en Bahía Blanca, cuna de Ginóbili, nunca mas habrá un jugador destacado, mejor expresado, lo habrá de casualidad, difícilmente supere el metro noventa (el jugador) y saldrá de cualquiera de los muchos clubes que compiten en la ciudad entre sí, en estadios semivacíos, sin calefacción y poco futuro.

Buen Día

0 Comments:

Post a Comment

<< Home