Parcialidad

“Este libro no sirve para nada”. Así comienza Dante Panzeri uno de sus libros mas amenos y tal vez el mejor libro escrito sobre fulbo en el planeta.
Sigue diciendo “no sirve para jugar al fútbol, sirve para saber que, para jugar al fútbol no sirven los libros (y los programas de televisión acotaría yo). “Sirven solamente los jugadores y a veces ni ellos, si las circunstancias no los ayudan”.

Boca vs. River protagonizaron el partido saliente de la 10ª fecha, por ser el clásico, con un primer tiempo excepcional de Boca, con Riquelme a gran altura, Palacio desbordando por derecha, toque, desmarque, cortas y largas y un solo gol. Mérito del arquero contrario y la mala puntería (circunstancias) de los shoteadores. En el segundo tiempo River emparejó hizo un gol (empató) y pudo hacer uno mas (Boca también)
Las circunstancias hicieron que el partido terminara empatado.

Luego del partido y comentando con algunos amigos lo que vimos por TV surgió fatalmente el comentario de alguien, sobre no sé qué cosa, sobre Riquelme.
Yo soy muy parcial, dice alguno, para opinar sobre el 10 de Boca porque a mí me gusta como juega. Claro también soy parcial con Duke Ellington, Ray Bradbury, Leopoldo Marechal, Salvador Dalí.
Pero lo que me preocupa realmente (bah, no me preocupa, me ocupa) es el análisis, los comentarios, las criticas de gentes que supongo bien intencionadas y a quien les gusta el fulbo, tanto como a mí.
Entonces, me digo, que ha pasado en nuestro país?, Cuna de grandes jugadores que hacían las delicias de los espectadores, y andando el tiempo, éstos ya no se deleiten con los buenos jugadores?. Claro, cambió el espectador.
Otro amigo que tengo, pone cara avinagrada, casi desencajada para quejarse de la “frialdad” de Riquelme (frialdad que le permite frenar, acelerar, mirar, jugar y hacer jugar) o de la poca voluntad de correr de Juan Román (por suerte no corre, digo yo. Imaginen o mejor no imaginen nada. Mejor vean los jugadores que creen, quieren o juegan en su puesto. La mayoría corre para chocar con los contrarios y perder la pelota. De esto se trata, de la pelota, de tenerla, de usarla bien y de ponerla donde se decide la suerte del partido, cosa que Riquelme sin discusión, hace. Lo que me apena en definitiva es la percepción de los que como yo, creo, gustan del fútbol jugado con pelota al pie, pases cortos y goles por juego, más que por carambola.