El Circo

Ahora resulta que la televisión que te muestra todo en tiempo real, no sirve para nada y cualquier advenedizo puede macanear ante las cámaras aunque la imagen valga más que mil palabras.
En Comodoro Rivadavia se corre Turismo de Carretera, no sé si la tiene, una categoría que como su nombre lo indica se corre con autos de turismo y en carreteras. Por alguna razón ese domingo se corrió en un autódromo y me pareció que los coches de turismo no eran. Pero como sea, anduvieron un rato dando vueltas, hasta que un accidente prevenible, se cobró la vida de un piloto.
Antes de nada lo de prevenible. Ayer 3 de mayo, un señor también en la TV, en el mismo programa que pasa TC (iniciales) TyC (sigla) que a su vez pasa Fulbo, Básquet, Boxeo, etc., (es decir ESPN pero de acá a la vuelta) un señor dije, explicaba, como serían a partir de ahora los autos de TC con agregados de pontones laterales, puertas mas chicas para blablabla, y el muerto sirvió de experiencia (chivo expiatorio) ahora no se muere más hasta el próximo muerto y entonces servirá para que cambiemos el pontón trasero y la carrocería la hagamos de titanio y kriptonita.
Después de nada, entonces, la vida (la muerte) de un piloto. Tuve la malhadada idea de encender el TV (aparato) justo en el momento del accidente, mostrado en profusión de imágenes. Los señores que hablan en off (relatores y comentaristas) a sabiendas de la gravedad (la muerte) del piloto, pedían prudencia (ya se sabe, los familiares están mirando y deben enterarse primero y no por la TV).
Mas tarde nos enteramos que el médico, algunos auxiliares, algunos corredores y los del off sabían que el conductor estaba exánime en el interior del vehículo. Igual cumplieron en trasladarlo en ambulancia hasta el hospital, donde los médicos no firmaron el acta de defunción puesto que llegó sin vida, tampoco lo hicieron los paramédicos de la ambulancia porque lo subieron sin vida.
Cuanto duró esto? Lo suficiente para retirar el vehículo de la pista, limpiar los restos (del auto, por suerte) y volver a largar la carrera, por aquello de que el show debe continuar.
Que la vida en La Argentina valga unos pocos centavos, lo sabíamos. Pero que la vida de un actor (el chofer) pago, con sus correspondientes espónsores (que pagan), valga unos minutos de espera y miles de pesos (tal vez millones) es la última moda. Tal vez lo sea para los que durante días y semanas discutirán sobre si murió, si estaba todavía vivo, si el jefe de bomberos de Comodoro Rivadavia que llamó circo al espectáculo de TC y payasos a los que actúan en él (se olvidó de los viejos equilibristas que se niegan a caer, de los tramoyistas que arman en bambalinas el circo y de la fauna autóctona, carnívora y mamadora. Mamífera querrás decir. No, mamadora, chupadora, libadora de dinero y sangre) sea denostado por el jefe del circo (el jefe de bomberos) a la voz de Que vas a saber vos. Nosotros somos los expertos. Te armamos un circo sin carpa, calculamos las ganancias y no nos vamos a andar fijando en uno u otro muerto.
Hasta el próximo sepelio.